viernes, 30 de diciembre de 2011

Banoffee



¿Qué tal un postre hoy? Os paso mi favorito, el banoffee, una tarta de plátano y dulce de leche que cura todos los males menos la obesidad, que la fomenta cosa mala. 



Por cierto, la foto la he sacado de internet. Yo no le pongo tanta nata montada, y a veces no me queda tan bonito. Pero de sabor es espectacular.


¿Qué necesitamos?

Galletas (tipo digestive)
Mantequilla
4 plátanos
2 botes de leche condensada
1 limón
Nata montada
Azúcar

Opcional (versión experto):
Esencia de vainilla
Chocolate rallado
Almendras y avellanas

La receta es sencilla, pero necesita algo de tiempo. Si se tiene que comer por la noche vale más hacerlo por la mañana porque debe enfriarse.

Cogemos los botes de leche condensada y los hervimos al baño María sin abrirlos. Es decir, los sumergimos completamente en una cazuela con agua y a hervir. Es importante que estén siempre cubiertas. Piensa que el agua se irá evaporando, así que ves mirándolo cada cierto tiempo. Más o menos durante dos horas. Con esto conseguiremos el típico dulce de leche, que no es más que leche condensada de un color más oscuro y más espesa.

Por otra parte, mezcla las galletas deshechas con la mantequilla. El tipo ‘digestive’ es ideal, porque tiene una textura muy buena y además ya lleva almendras (en Mercadona hay unas baratísimas y que son iguales que las 'oficiales'). De todas maneras no está de más si le añades más almendra y algo de avellanas. Al principio cuesta mezclarlos, pero después será más fácil. Con paciencia. El resultado será una especie de pasta que colocaremos en el molde de forma homogénea. No te olvides de untar previamente el molde que irá al horno con mantequilla, porque si no será imposible desmoldarlo. Mete el molde tal cual en el horno durante unos 10 minutos a 180 ºC. Deja enfriar.

Mientras tanto, corta los plátanos en rodajas y añade un chorrito de zumo de limón. Si tienes esencia de vainilla, genial, pero no es imprescindible. Pásalo por la batidora hasta que tengas una especie de papilla, que echarás sobre la base de galleta. Encima del plátano irá el dulce de leche, que repartiremos poco a poco por toda la superficie. Después, una capa de nata montada. Puedes montarla tú mismo, pero si no te quieres complicar los sprays son fantásticos para estas cosas. Adorna con un poco de chocolate rallado, mejor si es intenso. Mete en la nevera (o incluso el congelador, si tienes prisa) y… hecho.

Y ahora la música. ¿Qué mejor que esta que habla de ‘postres’? "Tiramisú de limón", de Joaquín Sabina. ¡Disfrutad!




jueves, 29 de diciembre de 2011

Sopa de cebolla




Es un plato típico de Francia, barato, fácil y sabroso. Que no os engañe el hecho de que sea una sopa. Con esto habéis comido, es muy consistente. Es una cena fantástica, ideal para el invierno. Los ingredientes son (aproximadamente) para una persona.

Necesitamos:

1 cebolla
Aceite
Sal
Brandy
Caldo vegetal
2 rebanadas de pan
Lonchas de queso gruyére
Mantequilla
1 huevo (opcional)
Pimienta
Hierbas provenzales


Freímos la cebolla cortada a láminas muy finas a fuego medio. La idea es que quede dorada, pero a mí me gusta que esté muy hecha para que quede prácticamente deshecha. Eso va al gusto. Cuando esté hecha se le añade el brandy (para los poco entendidos como yo cualquier bebida alcohólica parecida va bien, yo la última vez le puse ron y quedó fantástica), la pimienta, hierbas provenzales, sal y el caldo vegetal. Este último puede ser casero, comprarse en tetrabrick o simplemente calentar agua con una pastilla de avecrem.

Dejar hervir unos minutos.

Precalentar el horno.

Cortar unas rebanadas de pan y untarlas con un poco de mantequilla. Tostarlas. Yo lo hago en la misma sandwichera. La cuestión es que queden tostadas.

Justo antes de retirar del fuego, añadir un huevo y remover. La receta original no lo incluye, pero a mí me gusta. Vegetarianos del mundo, ya sabéis, saltad este paso.

Servir el caldo en el recipiente donde se vaya a comer, colocar encima las rebanadas de pan y tapar con algunas lonchas de queso gruyere o el que tengáis por la nevera. Colocar en el horno en la posición de grill hasta que se funda el queso.

Bon appétit!

¿Y qué os parece cocinar con música? Esta le pega fantásticamente bien al plato:



Todo eso ya lo sé...


Ya lo sé. Te gusta cocinar pero la pereza te puede. Además vives solo y... cocinar para uno es deprimente. Además, siempre tienes la nevera vacía, y a la hora de ponerte "con las manos en la masa" no puedes siquiera freír un huevo. ¿Y qué decir de los utensilios de cocina? Tu menaje de hogar es más limitado que Belén Esteban.

Todo eso ya lo sé, porque a mí también me pasa. Por eso he decidido crear un espacio de cocina para tontos y vagos. Cosas rápidas y ricas, para ti y para tus invitados. Sé que no tienes una balanza en la cocina (justo justo tienes cubertería), así que nos olvidaremos de "tantos gramos" y "tantos kilos". Cocinaremos un poco a ojo, sin obsesionarnos con los ingredientes exactos, porque bastante milagro es hacer algo decente así como tienes la nevera, desgraciado/a. Tú ve innovando y verás qué terapéutico puede ser esto de la cocina.

Pues eso, bienvenido. Y como no hay nada mejor que cocinar con música, aquí os dejo una pequeña joya: La banda sonora de la película "Bon Appetit": "Strange Things Will Happen".